El cambio de nuestro estilo de vida tiene que ocurrir bien antes del final de siglo, en los próximos 30 años.
Los científicos insisten en limitar a 1,5 ºC la subida de temperatura para revertir el cambio climático, como lo demuestra el informe especial del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). Para el físico suizo Thomas Stocker, copresidente del IPCC de 2008 a 2015, solo se conseguirá apostando por las energías renovables y cambiando nuestro estilo de vida en menos de 30 años.
Los países aprobaron el acuerdo y tienen ahora un compromiso nacional de contribución de reducir las emisiones. Los compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero no son suficientes para llegar a la meta. Según la evaluación científica del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), cada año que mantenemos un nivel de emisiones por encima de 10 gigatoneladas de carbono y nos aleja d los objetivos.
Tenemos que saber cuál es el límite correcto en el calentamiento antropogénico, y el caso es que no hay límite estricto si nos referimos a qué temperatura los seres humanos seremos capaces de adaptarnos.
Resulta que 1,5 ºC es una meta alcanzable que tiene costes de adaptación que la humanidad aún puede asumir. Con 2 ºC, más gente necesitará adaptarse y por encima de 2 ºC algunas regiones no se podrán adaptar. La elección de los objetivos fue un proceso político a partir de información científica robusta.
¿Qué significaría no superar los 1,5 ºC? ¿O si limitáramos por debajo de los 2 ºC?
¿Y si fracasáramos en ambos objetivos?
Por las simulaciones y evaluaciones antiguas de escenarios de altas emisiones, aún estamos inmersos en un calentamiento de 2,7 o 2,8 ºC respecto a los niveles preindustriales. Incluso si todas las Contribuciones Nacionales Determinadas de Emisiones se hicieran realidad, con el aumento del nivel del mar se producirían cambios que afectarían y amenazarían algunos de nuestros recursos más fundamentales en este planeta, como el agua o el suelo. Con el incremento de las temperaturas también se verá afectada la salud porque aumentará el número de días en los que habrá mayor riesgo de muerte o colapso.
Las contribuciones determinadas a nivel nacional presentan las políticas climáticas de los países y sus acciones para reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático en numerosos sectores, como por ejemplo, la descarbonización del suministro de energía apostando por la energía renovable, mejoras en la eficiencia energética, una mejor gestión de la tierra, la planificación urbana y el transporte.
Según los datos de la agencia Europea EUROSTAT, 13 de los 28 países de la Unión Europea siguen vertiendo más del 50% de sus residuos sólidos municipales principalmente ubicados en el sur y el este de Europa. En esta lista, España se encuentra en la posición 7ª de 28 por la cola con una tasa de vertido de 251 kg por persona y año. Además, los expertos denuncian que la Comunidad de Andalucía “es significativamente peor ya que casi el 80% de los RSU son depositados en vertedero”.